Guía práctica para la meditación

Iniciación a la Meditación

¿Por qué Meditar?

Es una práctica purificadora y promueve la tranquilidad.
Una razón para meditar que es válida para todo tipo de practicantes, sin importar cuál sea su punto de vista sobre el marco de referencias místico del Yoga, es el de meditación como higiene mental.
Las técnicas del Yoga de la Meditación limpian la mente, refinan y aclaran la consciencia, alegran el espíritu y desarrollan la paz y ecuanimidad mental. La meditación calma y tonifica el sistema nervioso, relaja, armoniza las energías psíquicas, recarga las baterías psíquicas y cultiva la serenidad. La meditacion procura una mente Tranquila.
La meditación proporciona equilibrio psicofísico y una mente tranquila que protege de las tensiones de la vida moderna que destruyen la salud y la felicidad y son, en realidad, uno de los mayores asesinos de nuestra sociedad civilizada.

Nuestra atención está normalmente vuelta hacia fuera para hacer frente a los desafíos del entorno. Sin embargo, la meditación hace que nos sentemos tranquilos y llevemos la atención hacia nuestro interior. La meditación se afana por reducir el clamor y el numero de los pensamientos, abrir espacios entre los pensamientos y atenuar las olas del contenido mental.
El mero hecho de sentarse quietos durante un período de quince o veinte minutos cada día -simplemente sentarse, dejando que el pensamiento fluya y observando su flujo- proporciona una higiene mental y un serenidad o paz interna.

La meditación trabaja sobre el sistema nervioso y sobre los procesos fisiológicos del organismo y los resultados se extienden más allá de la duración de la sesión diaria de contemplación, para dar más equilibrio físico y psíquico a las actividades de la vida cotidiana. Se experimenta una sensación interior de fluir con el torrente de la vida.

La investigación de laboratorio confirma científicamente la experiencia subjetiva de bajar la presión sanguínea y relajar músculos y mente y las pruebas de EEG (registro electro encefalográfico) realizadas con personas que hacen meditación demuestran que sus ondas cerebrales tienen un patrón distinto y más lento que el del sueño, la hipnosis o la vigilia ordinaria.
Los que practican meditación son capaces de relajarse, reducir su presión sanguínea, disminuir los latidos del corazón y, en resumen, controlar las funciones fisiológicas que supuestamente pertenecen al sistema nervioso autónomo. Esto ofrece la posibilidad de normalizar la salud de maneras antes insospechadas.

¿Qué es Meditar?

Meditar es acallar, suspender, la agitación mental. La meditación es un término general que se aplica a los métodos de aquietamiento, estabilización y apertura de la mente, con el propósito de alterar los estados de consciencia. En las grandes religiones, su meta es el conocimiento del Absoluto. 
En el Raja Yoga de Patanjali, meditación significa retirada de los sentidos (pratyahara) y concentración (dharana), que desemboca en la contemplación (dhyana), con el propósito de producir un estado supraconsciente (samadhi), que es la realización intuitiva de la identidad del alma o espíritu individuales y del alma o espíritu cósmicos.

Antes de  sentarse para la Meditación

Lugar: “Habiendo establecido en un lugar limpio un asiento firme, ni muy alto ni muy bajo, con una tela, una piel o hierba kusa encima” (Bhagavad Gita). La habitación debe estar limpia y aireada de corrientes de aire y temperaturas extremas, tanto frías como calientes. El alrededor debe ser agradable y producir descanso para los sentidos. Debemos escoger un lugar libre de interrupciones. Un lugar al aire libre a veces es adecuado.

Ropa: La ropa ha de ser ligera y cómoda. Quitar cualquier cosa que constriña o pueda constreñir (cinturones, collares, reloj...). Quitar todos los objetos de los bolsillos. No llevar medias ni calcetines.
Limpieza: Bañarse o refrescarse antes de sentarnos a meditar o, al menos lavar la cara y las manos. Cepíllate los dientes y enjuágate la boca. Vacía la vejiga y también los intestinos si es posible.
Comida y Bebida: Si el estómago está lleno, se dificulta la respiración y la circulación sanguínea y además los movimientos de la corriente de la energía pránica. Tampoco es deseable tener el estómago incómodamente vacío, pues de ello resultan sensaciones destructoras. Dejar pasar dos horas después de una comida principal antes de sentarse a meditar.

Sueño: Dormir mucho o demasiado poco perjudica la lucidez y la alerta mental que se necesitan para la meditación. Meditando se recarga la batería mental y se alcanzan niveles profundos de energía. La meditación requiere una mente abierta y clara; una mente cansada será incapaz de mantener la concentración.

Moderación: El practicante debe tener sentido común y ser moderado en los hábitos de comida, bebida y sueño diario.

La Postura de  Meditación

Manteniendo el cuerpo erecto e inmóvil, la cabeza y el cuello firmes, mirando con fijeza la punta de la nariz, sin mirar alrededor. (Bhagavad Gita 6.13)
Existen diferentes posturas para sentarse a meditar. Los factores esenciales son sentarse manteniendo la espalda derecha y tener el cuello y la cabeza equilibrados en línea con la espalda. Los principiantes pueden utilizar por un tiempo, la pared o el respaldo de una silla como apoyo para la espalda.

La postura elegida debe ser estable. Lo más importante es que la cabeza, el cuello y la espina dorsal estén equilibrados en una línea vertical.

Postura Egipcia: Sentarse en una silla es suficiente mientras la espalda esté recta. En esta forma nos sentamos en una silla de respaldo vertical. Los pies y las rodillas sen juntan y las plantas de los pies están planas al suelo. La palma de la mano derecha se apoya encima de la palma de la mano izquierda.

Postura Fácil (Sukhasana): Nos sentamos en un cojín en el suelo, cruzamos los tobillo y baja las rodillas hacia el suelo tanto como te resulte cómodo. Debemos mantener la cabeza, cuello y columna en línea vertical. Apoyamos la palma de la mano derecha sobre la palma de la mano izquierda. Cruza unas veces el tobillo derecho sobre el izquierdo, y otras, el tobillo izquierdo sobre el derecho.

Postura Perfecta (Siddhasana):
La pierna derecha se dobla y agarrando el tobillo se lleva el talón derecho hacia el perineo, que es la zona blanda que hay entre el ano y los genitales. La pierna izquierda se dobla entonces y se echa hacia atrás de tal manera que el tobillo izquierdo toque el pubis y el borde exterior del pie izquierdo, con la planta hacia arriba para que se inserte en el pliegue que hay entre la pantorrilla y el muslo derecho. Ambas rodillas se mantienen en el suelo. Apoyamos la palma de la mano derecha sobre la palma de la mano izquierda. Mantén la cabeza, el cuello y la columna en una línea vertical. De vez en cuando cambia la posición de las piernas para que el talón izquierdo repose sobre la pierna derecha.

La Respiración

Respiramos tranquilamente por la nariz. El ritmo de la respiración durante la meditación disminuye simétricamente entre inhalación y exhalación. El control respiratorio que se realiza ayuda a calmar el sistema nervioso y a estimular los procesos psicológicos que ayudan a la meditación.6. Salir de la Meditación

Es muy importante para la salud del sistema nervioso que regresemos gradualmente desde los niveles de actividad sutiles de la meditación al estado grosero.
Al terminar de la meditación, debemos sentarnos en silencio durante unos minutos antes de abrir los ojos. Parpadear unas cuantas veces. Suelta lentamente el asana y estira los brazos. Toma dos o tres respiraciones abdominales profundas mientras estamos sentados en el suelo. Podemos dar un masaje a las piernas. Después podemos levantarnos. No debemos hacerlo de golpe inmediatamente después de terminar la meditación.

Meditación de la Respiración

La meditación sobre la respiración es accesible a todos los que quieren practicar meditación y es efectiva como higiene mental para despertar profundos niveles de energía y de consciencia. La respiración proporciona un estímulo continuo para la meditación concentrativa yóguica. El aliento tiene una íntima asociación con la fuerza vital (prana) con las corrientes sutiles de energía corporales y con la consciencia misma. Prana es el eslabón de unión entre la mente y la materia.
El ritmo más lento de la respiración y su efecto calmante sobre la mente la convierte en el proceso ideal para la contemplación. A los pocos minutos de estar sentados inmóviles en una postura equilibrada, la respiración se calma y se suaviza. Podemos tomar la consciencia de nuestra respiración al instante en cualquier momento y lugar y fijar nuestra atención en ella fácil y rápidamente. Si nos entregamos a las idas y venidas de la respiración, la inhalación y la exhalación, tendremos la sensación no tanto de respirar sino de ser respirados y en un instante nos veremos transportados cerca de nuestro ser esencial.
Podemos elegir un punto en el que fijar la atención -ya sea la punta de la nariz, en el entrecejo, en el Tan... Debemos respirar por las fosas nasales y mantener una respiración profunda: respirar profundamente por el abdomen, el diafragma baja y las costillas se expanden.
Una vez que comience la meditación, la respiración se deja a su aire, sin modificarla voluntariamente. Aunque durante la meditación se debe respirar correctamente, llenar los pulmones a tope no se incluye en el proceso. El silencio inmóvil de la meditación requiere sólo un pequeño suministro de oxígeno. Durante la meditación, la respiración se vuelve más lenta, suave y rítmica.
Cuando la atención se disperse hacia alguna sensación o sonido que produzca distracción o entre en la mente algún pensamiento, regresa una vez más a la concentración en tu respiración. No hay que mostrar impaciencia. Volvemos una y otra vez. Con el tiempo, el numero de interrupciones será mucho menor.

El Testigo

En esta técnica debemos observar toda actividad cotidiana como si fuéramos un espectador de nosotros mismos, indiferentes y desapasionados. Esto no sólo se aplica a las acciones físicas que realizamos, sino también a nuestros estados mentales. Indiferentes, sin hacer juicios ni comentarios, observamos con calma las actividades cotidianas de la vida, cualesquiera que sea. No es necesario seleccionar las actividades, pues sea lo que sea que hagamos ahora es objeto de concienciación contemplativa. De esta forma aprendemos a convertir nuestros quehaceres en ejercicios de meditación.
Aprendemos mucho de nosotros mismos mediante la auto-observación y esa es la forma de hacernos conscientes en todas las facetas de nuestra vida.



® escrito por ~ Swami Shankaratilakananda
(Todos los derechos reservados por el autor)


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